





REHABILITACIÓN DE CALZADOS VINIGÓN . TRIBULETE 7, MADRID
La situación y el contexto en la que llega la petición de ayuda de Maria Jesús les es común a muchos pequeños comercios de Madrid y del resto de las ciudades del estado. Este año, se alinean los plazos legislativos para que las denominadas “rentas antiguas” se actualicen. Al actualizarse de esta forma, el resultado es un cambio brusco del contexto de muchos puestos de trabajo por un lado y de la vida en las calles de Madrid por otro.
La familia que gestiona esta tienda de calzados nos pidió ayuda porque reconoció en nosotros una habilidad que rara vez se pone en valor de nuestro oficio, la de mediación.
Las personas que afrontamos este encargo; Laura Casanova y Pablo García Bachiller, venimos hace tiempo trabajando en el mercado de Lavapiés, a escasos metros de aquel comercio. Observamos desde nuestro puesto como el mercado, como microclima dentro del barrio, se va transformando. Compartimos, además, una sensibilidad concreta a entender que las pequeñas actividades económicas constituyen en muchos barrios la posibilidad de los vecinos de desarrollar una economía propia, más preparada a reaccionar a los cambios de coyuntura.
Entonces, la mediación que pudimos ofrecer a Maria Jesús, fue en dos sentidos:
El primero, con el casero. Varas de las intervenciones desarrolladas se entienden serían a su cargo, por mejorar condiciones de su local en el sentido de una “habitabilidad básica” y, la conversación y negociación de precios de obra pudo ordenar también un compromiso de subida gradual de la renta y un entendimiento de que la buena marcha del negocio redunda en beneficio de todas las partes, que continuan atentas a poder superar los baches del camino, y los que estén por venir.
El segundo, con el negocio. La pequeña tienda ha disfrutado diversas transformaciones desde que se construyó. Se ha ampliado y achicado, se ha cambiado de color, se ha “ingeniado” con astucia lavapiesana diversas adaptaciones con poco recurso más que un trocito de alambre y algún trozo de algo que sobró por allí aquel dia. Siempre atendiendo a lo que las vecinas iban pidiendo, ese comercio que hace sus previsiones con las orejas, más que con tendencias impuestas desde otros foros. El barrio ha cambiado. Claro, nunca dejó de cambiar probablemente, y cambia a diario. Se planteaba como necesario ampliar el negocio, atender a las demandas de los que no entran, además de los que entran. En esta zona, además de madrileñas y madrileños de toda la vida, hay mucha población migrante; los que venimos de otras zonas y llevamos unos años en Madrid, los que vienen de cualquier lugar del mundo, los visitantes, los turistas,...
La reforma que planteamos a Maria Jesús, estaba contenida en dos ideas que vienen de estaconversación.
1. Una intervención de bajo coste, que recogiera el espíritu de adaptación acumulativa del local ybdel barrio, intentando usar los mismos materiales naturales que en la construcción tradicional del barrio.
2. Entender el local como un espacio de convivencia además de como un espacio de compra. Los niños echan la tarde, la señora mayor se sienta un rato, los extranjeros de paso y los que viven aquí se reconozcan.
La propuesta. Una tienda de una familia para un barrio.
Se propone adaptar la tienda para aumentar el espacio a disposición de las vecinas y los vecinos que, además, sea más visible desde el exterior.
Para ello, se tiende a modificar los elementos existentes frente a adquirir elementos nuevos. Por ello, se adapta el mostrador de pino y roble existente, se construyen elementos de exposición que se integran con otros ya existentes y se habilita una zona de asientos, tapizados por un vecino sastre de origen Senegalés, compañero de la asociación de comerciantes del mercado de San Fernando.
Se plantea la conservación del frente de los escaparates, construidos a base de vidrios curvados, material muy preciado e innovador en el momento que se instaló. También se propone desmontar las mamparas traseras y los suelos de los escaparates, para producir esa relación directa entre el exterior y el interior. Más que meter a los dependientes en un cuadro de Hooper, la idea era meter a las vecinas en los sofás; a la fresca en verano y al calorcito en invierno. A la charla, siempre. Todos los participantes en el proceso nos lamentamos de que un accidente de obra fracturara estos vidrios, que se han sustituido en la medida de las posibilidades económicas, con vidrios facetados.
El resto de los planes, salieron bien.
Como materiales y elementos incorporados se emplearon:
Madera maciza de pino de procedencia cercana.
Aceites y lasures de origen natural y de alta calidad para el tratamiento de la madera.
Pinturas con base mineral y libres de tóxicos para paredes y techos
Reconstrucción y restauración de suelo de terrazo in situ.
Tubo de cobre de fontanería para las estructuras de los muebles, en una idea de integración con los tubos de latón de los muebles originales. Se irán poniendo verdes y estaremos ahí para verlo.Quedará bien en todas las fases, esperamos.
Iluminación LED
Algunos ladrillos y un poco de yeso.